Las 30 monedas de Judas

El precio por la vida de Jesús de Nazareth presenta grandes dudas. Si la propia historia del “Hijo de Dios” es uno de los grandes misterios de la fe, el pago al su entregador, no lo es menos.



Judas Iscariote, discípulo de Jesús, pactó con el Sanedrín (el máximo tribunal hebreo), entregar a su maestro a cambio de treinta monedas de plata. Sin embargo, hay cuestiones que suscitan dudas. En primer lugar, la propia cantidad de las piezas, puesto que no es la única vez en la Biblia que se menciona un pago de similar cuantía.

Esa casualidad numérica hace sospechar que en realidad esas treinta monedas son un arquetipo recurrente en la mitología bíblica. Dos ejemplos mencionan una transferencia de la misma cantidad. En el libro del Éxodo se especifica que, si un buey mata a un esclavo, el dueño del buey deberá resarcir al dueño del infortunado esclavo con treinta monedas de plata.

En otro apartado, el profeta Zacarías recibe por su trabajo un sueldo de treinta piezas de plata, al que sarcásticamente da la categoría de generoso, y Yahvé le ordena que, si no las desea, las tire en “el alfarero”. La referencia al “alfarero” es más importante de lo que parece.

Cuando Judas, atormentado por la culpa, trató de devolver a los sacerdotes las monedas y estos se negaron, arrojó las piezas al tesoro del Templo de Jerusalén. Los sacerdotes entonces, sacaron esas monedas del Templo por estar manchadas de sangre y las usaron en la compra de un predio, llamado el campo del alfarero, para construir un cementerio para los peregrinos.

Debemos tener en cuenta la forma en que los pueblos antiguos concebían el número treinta. Los sumerios, muy anteriores a la época de Jesús, basaban su sistema numérico en el número 60 (un sistema sexagesimal) por tanto, treinta era la mitad de este número, algo sin valor alguno pero que pasó de la cultura sumeria a todas las de Oriente Próximo (incluida a la israelita).

Por tanto, la cantidad de treinta monedas entregadas a Judas, serían en realidad una forma de los sacerdotes del Templo de mostrar desprecio, tanto por Jesús, al que consideraban un farsante, como por Judas, al que veían como un miserable traidor.

Es probable que Mateo, al ser consciente del escaso valor que tenían las 30 monedas de plata, hiciera hincapié en que Cristo se sacrificó por la humanidad a cambio de una cantidad irrisoria de dinero. La gran variedad de monedas existentes en Judea dificulta discernir el origen de estas.

Se han presentado dos posibles opciones: Podrían haber sido estáteros griegos. Los estáteros fueron acuñados originalmente en oro y después en plata por Filipo II y Alejandro Magno, y continuaron estando en circulación tiempo después de la muerte de ambos. Pero esta, a pesar de ser atractiva, no es la opción más aceptada.

La segunda, y más probable teoría, plantea que las monedas eran siclos de Tiro (llamados así por ser acuñados en la ciudad fenicia de Tiro). Los siclos eran por ese entonces la moneda más popular de Judea. A tener un 97% de plata, se convirtió en la moneda usada para pagar el impuesto anual al Templo de Jerusalén, que todo varón judío mayor de 20 años debía abonar.

Teniendo en cuenta que Judas recibió las treinta piezas de plata por parte de los sacerdotes, y los sacerdotes cobraban el impuesto al templo en siclos, lo más lógico sería pensar que le pagarían con esa misma moneda a Judas.

Varios los lugares sagrados afirmaban tener alguna de las 30 monedas de Judas, pero como refiere uno de los padres de la Reforma protestante, Juan Calvino: “Si juntásemos todas las monedas de Judas, alcanzaría para comprarse un reino, aunque apenas fuese de este mundo”.

Dr. Rubén Merciel



Suscribite a la Fundación
Cómo podés colaborar con la Fundación?

Con tu suscripción mensual, la 'Fundación Sueños y Utopías' podrá continuar con la labor que desarrolla desde hace doce años en la prevención de la obesidad y la malnutrición infantil, el aporte alimentario a los niños chicos con carencias alimentarias y el adecuado control del estrés y los trastornos de ansiedad.

Suscribirme
Ayudanos a Ayudar
Cómo podés colaborar con la Fundación?

El diario digital Un Espacio de Salud es un medio de la “Fundación Alimentaria Sueños y Utopías”, entidad civil sin afán de lucro, para la Prevención de la Obesidad y la Malnutrición Infantil. Desde aquí agradecemos a todos los amigos que nos siguen, compartiendo las notas y respaldando, con su buena voluntad, a cada uno de los patrocinadores que amablemente nos acompañan.

Colocá un enlace en tu sitio

NOSOTROS