Los trastornos digestivos
Las molestias del aparato digestivo son unas de las patologías más comunes de todos los seres humanos
El aparato digestivo, junto con la piel y las arterias (sobre todo las arterias coronarias), son los tres lugares donde el sistema nervioso central, con el cerebro en primer lugar, descargan todas sus tensiones, angustias, ansiedades y conflictos personales o sociales.
Esto sucede por varios factores, según de cuales órganos estén involucrados en la descarga nerviosa o mejor denominada neuro-vegetativa. En el caso de la piel o las arterias del cuerpo, las descargas ansiosas o angustiables los golpean de preferencia por ser ambos (en primer lugar, las arterias, y en segundo lugar la piel), los dos órganos más grandes del cuerpo, y por lógica, algo muy grande es difícil de mantenerlo protegido.
En lo que respecta al aparato digestivo, está fragilidad ante los embates de ansiedades o angustias está dada por ser el aparato digestivo el órgano más antiguo del cuerpo. Es el primer órgano que se forma en el proceso del embarazo, y dado que las cosas antiguas no se pueden cuidar muy bien, eso lo hace sensible a los procesos neurovegetativos o nerviosos.
De todo ese gran órgano que es el aparato digestivo, que va desde la boca hasta el ano, tres zonas son las mayormente predispuestas a las “enfermedades nerviosas”: El estómago, el duodeno (que es la primera parte del intestino delgado) y el intestino grueso o colon.
La gastritis, con su habitual acidez (técnicamente se la denomina pirosis), que sube hasta la garganta como un fuego intenso y con el dolor en pleno epigastrio (debajo del esternón y por encima del ombligo), una hora después de haber ingerido comida y que hace molesto el mismo ingreso de la comida, es la primer gran enfermedad nerviosa del aparato digestivo.
Luego tenemos también a la duodenitis. Si dijimos que la gastritis era eminentemente nerviosa, la duodenitis es: total e inexorablemente nerviosa. Es, junto con el asma bronquial y la psoriasis, el paradigma de las enfermedades nerviosas por excelencia.
A diferencia de las gastritis, el dolor de la duodenitis, que se localiza un poco por debajo del de la gastritis, se presenta antes del momento de la comida y cede transitoriamente con el ingreso de una comida. También tiene la particularidad que la pirosis (acidez) o el reflujo de ácido hacia la boca no es tan común de verlo.
Lo que si pueden producir las duodenitis es cuadros de diarreas alternadas con momento de deposición normal. Estas diarreas, que no son severas, están marcadas por presentar una materia fecal de color amarillento, con gotitas de grasa en el líquido del inodoro y expulsiones explosivas de la materia fecal. Todo esto se debe a la neutralización de las enzimas del páncreas.
Yendo más hacia abajo nos encontramos con las patologías nerviosas del aparato digestivo a nivel del colon que es el vulgarmente denominado “intestino grueso”. El colon irritable es la patología base de las descargas neurovegetativas. El colon irritable se caracteriza por las diarreas habituales y los dolores tipo cólico que aparecen en cualquier momento del día.
Con el paso del tiempo, la irritación intestinal que provocan las diarreas crónicas, llevan al paciente a pasar de ese colon irritable, donde todo era respuesta nerviosa, a una colitis ulcerosa donde el intestino grueso se lesiona y se ulcera debido a la magnitud constante de la agresión emocional.
Así, de un conflicto mal resuelto o de simples tensiones de la vida cotidiana, se puede pasar a severas e importantes patologías gastrointestinales, factibles de corregir si se toma conciencia de la necesidad una adecuada visión de los conflictos y una correcta corrección de ellos.
Esto sucede por varios factores, según de cuales órganos estén involucrados en la descarga nerviosa o mejor denominada neuro-vegetativa. En el caso de la piel o las arterias del cuerpo, las descargas ansiosas o angustiables los golpean de preferencia por ser ambos (en primer lugar, las arterias, y en segundo lugar la piel), los dos órganos más grandes del cuerpo, y por lógica, algo muy grande es difícil de mantenerlo protegido.
En lo que respecta al aparato digestivo, está fragilidad ante los embates de ansiedades o angustias está dada por ser el aparato digestivo el órgano más antiguo del cuerpo. Es el primer órgano que se forma en el proceso del embarazo, y dado que las cosas antiguas no se pueden cuidar muy bien, eso lo hace sensible a los procesos neurovegetativos o nerviosos.
De todo ese gran órgano que es el aparato digestivo, que va desde la boca hasta el ano, tres zonas son las mayormente predispuestas a las “enfermedades nerviosas”: El estómago, el duodeno (que es la primera parte del intestino delgado) y el intestino grueso o colon.
La gastritis, con su habitual acidez (técnicamente se la denomina pirosis), que sube hasta la garganta como un fuego intenso y con el dolor en pleno epigastrio (debajo del esternón y por encima del ombligo), una hora después de haber ingerido comida y que hace molesto el mismo ingreso de la comida, es la primer gran enfermedad nerviosa del aparato digestivo.
Luego tenemos también a la duodenitis. Si dijimos que la gastritis era eminentemente nerviosa, la duodenitis es: total e inexorablemente nerviosa. Es, junto con el asma bronquial y la psoriasis, el paradigma de las enfermedades nerviosas por excelencia.
A diferencia de las gastritis, el dolor de la duodenitis, que se localiza un poco por debajo del de la gastritis, se presenta antes del momento de la comida y cede transitoriamente con el ingreso de una comida. También tiene la particularidad que la pirosis (acidez) o el reflujo de ácido hacia la boca no es tan común de verlo.
Lo que si pueden producir las duodenitis es cuadros de diarreas alternadas con momento de deposición normal. Estas diarreas, que no son severas, están marcadas por presentar una materia fecal de color amarillento, con gotitas de grasa en el líquido del inodoro y expulsiones explosivas de la materia fecal. Todo esto se debe a la neutralización de las enzimas del páncreas.
Yendo más hacia abajo nos encontramos con las patologías nerviosas del aparato digestivo a nivel del colon que es el vulgarmente denominado “intestino grueso”. El colon irritable es la patología base de las descargas neurovegetativas. El colon irritable se caracteriza por las diarreas habituales y los dolores tipo cólico que aparecen en cualquier momento del día.
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